Cuando eras niño o adolescente, ¿esperabas vivir solo, tener tu propia casa o apartamento? Sí, pero no sabía lo caro que iba a ser, cómo iba a pagar el alquiler o la hipoteca. Es lógico que siendo una chica de diecinueve años no fuera inmediatamente al banco a pedir una hipoteca. Al principio, mi pareja y yo vivíamos en un apartamento muy pequeño. Puede que fuera un pequeño estudio, pero no nos importaba en absoluto. Cuando éramos solo nosotros dos y no teníamos hijos o no teníamos un tercer compañero de piso, nos las arreglábamos muy bien, incluso el alquiler era realmente muy bajo porque nos lo alquilaba mi amiga, a la que conozco de verdad desde que era niño y también la llamaba mi tía.
Y luego, cuando nos mudamos de un pequeño estudio a un apartamento más grande que mi pareja y yo habíamos hipotecado hacía años, fuimos muy felices. Era un apartamento grande de cuatro dormitorios y dijimos que tendríamos un hijo como máximo porque queríamos tener mucha intimidad en nuestro apartamento y también, si tal vez teníamos una visita que viniera a nuestra casa, que la visita también tuviera una habitación, una habitación solo para ellos porque creo que la visita también querría tener algo de intimidad. Sin eso, no puedo imaginarme mi vida, que no tendría nada de intimidad en mi propia casa, que no tendría ganas de volver a casa del trabajo o de la universidad, porque sabría que no tendría paz ni intimidad allí.
Por eso creo que hay mucha gente que piensa que si tiene un piso muy pequeño y no tiene intimidad, que quizá no importe, alguien dirá que no le importa, pero con el tiempo, quizá en unos meses o unos años, empezará a molestarle. Porque en mi opinión la privacidad es realmente muy importante. Si no tienes intimidad, puedes ponerte de los nervios con tu pareja o incluso con el resto de la familia, y lo sé por experiencia propia porque mi prima y su familia viven en un piso pequeño y allí todo el mundo se pone de los nervios. Mi prima está deseando vivir sola.
