Personalmente, ya no podría vivir sin animales. Me encantan los animales y los animales también siempre me dan una sensación de paz y también lo más importante una sensación de seguridad. Tengo varias cobayas en casa. He tenido cobayas desde que era pequeña y siempre me alegró tener un animal en casa. Pero lo peor fue con mis padres. Mis padres siempre decían que no tendrían animales. No querían tener uno en casa, y cuando mis abuelos me regalaron dos cobayas, me hizo mucha ilusión. Y si mis padres hubieran sabido que las cobayas eran una pareja, un niño y una niña, se habrían enfadado aún más porque en seis meses tenía dos preciosas cobayitas.
A mí, por supuesto, como niña, me hizo mucha ilusión. Pero hay mucha gente que no puede estar sin animales y no tiene ninguno en casa. Algunas personas tienen al menos peces o un loro o algún otro pájaro, pero en la mayoría de los casos la gente tiene gatos y perros. No veo nada malo en ello. Si una persona quiere tener un perro o un gato en casa, que así sea, pero hay gente que los tiene. Algún animal, algún bebé, y luego cuando el bebé crece, entonces la gente ya no quiere un animal adulto. No lo quieren porque a lo mejor ya no es tan mono o porque no han criado al animal y está ensuciando su casa.
Por supuesto, si te regalan un cachorro o gatito pequeño, tienes que tener en cuenta que también destrozará algo en tu casa. Una amiga mía tuvo un cachorrito y me dijo que le había destrozado los muebles nuevos. Pensé, esto debe ser muy, muy triste. No tenía ni idea de que un cachorro pudiera masticar muebles nuevos de alta calidad. Mi amiga estaba muy disgustada por esto y dijo que si lo hubiera sabido de antemano, probablemente siempre encerraría al cachorro en algún lugar del pasillo cuando ella no estuviera en casa. Le dije a mi amiga que probablemente el cachorro se sentiría desgraciado y estaría muy triste allí dentro, pero por otro lado pensé que al menos así podría mantener mis muebles a salvo.
